Comunicaciones Técnicas de Café

Número 115 - Junio 2020

Ramírez Caficultura desde Costa Rica

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Impacto negativo del uso de densidades de siembra excesivas en caficultura  y su relación con la producción y otros parámetros agronómicos

Ing. Jorge Ramírez Rojas
Consultor Experto en Café

Introducción

Con la renovación de cafetales los productores que siguen manejando densidades de siembra excesivas, tienen la gran oportunidad de rectificar y llevar a cabo los ajustes necesarios para establecer lotes con densidades de siembra adecuadas, para favorecer una mejor expresión del potencial productivo de las variedades de acuerdo con las condiciones de clima y suelos donde se encuentran ubicadas las fincas.

El problema de los caficultores que manejan el cultivo con densidades de siembra mayores a las que permiten las condiciones agroecológicas de la zona, no ha sido fácil de resolver pues más allá de la recomendación técnica correcta de cambiar los diseños y bajar las densidades, en muchos casos prevalece una inexplicable resistencia para implementar los cambios principalmente por parte de medianos y grandes productores que parece no aceptan la existencia del problema y continúan manejando plantaciones muy adensadas a pesar del impacto negativo sobre la producción y otros parámetros agronómicos.


CARACTERÍSTICAS DE PLANTACIONES CON DENSIDADES EXCESIVAS

El problema de plantaciones muy adensadas se origina principalmente cuando en zonas con limitaciones para la disponibilidad plena de radiación solar, los caficultores han insistido en establecer el café a las mismas distancias y densidades de siembra que se utilizan en condiciones climáticas óptimas para el cultivo.

En las zonas con características de firmamento cerrado en diferentes épocas del año, altos regímenes de precipitación anual y terrenos con topografía de ladera que permanecen en condiciones de umbría durante varias horas de la mañana, la disponibilidad de radiación solar se ve limitada para la fisiología del cafeto.

Bajo estas condiciones el cultivo debe ser manejado con distancias de siembra más amplias hasta el punto que, los cafetos puedan recibir mayor cantidad de luz, para favorecer más la diferenciación reproductiva (formación de cosecha) y menos la acumulación de follaje excesivo.

1. Cafetales con mucho follaje y poca cosecha

Los desbalances entre la diferenciación reproductiva y vegetativa a favor de esta última, es inducida por el manejo inconveniente de las distancias de siembra que realizan algunos finqueros en zonas de cultivo caracterizadas por disponibilidad limitada de radiación solar y altas precipitaciones que favorecen un crecimiento vertical más activo de los cafetos y la generación de un exceso de follaje en detrimento de la preparación de cosecha.

Este es el tipo de cafetales que en muchas ocasiones cuando se realizan recorridos por los caminos internos de las fincas, a primera vista aparentan ser muy productivos debido a la exuberancia y color verde intenso de su follaje. Sin embargo, basta ingresar y observar la parte interna de los lotes para darse cuenta de que en realidad se trata de áreas de cultivo que presentan un ambiente cerrado, oscuro, húmedo y con escaso tejido reproductivo.

2. Alta incidencia de enfermedades fungosas

Los cafetales muy adensados en zonas nubosas y húmedas son muy propensos a sufrir fuertes ataques de enfermedades fungosas como ojo de gallo (Mycena citricolor), mal de hilachas (Pellicularia koleroga) y mal rosado (Corticium salmonicolor).

El ambiente en estos cafetales resulta muy favorable para la alta incidencia de estas enfermedades que alcanzan un alto grado de severidad y causan daño económico muy importante al cultivo, al provocar grandes defoliaciones (caída de hojas), daño a los frutos y ramas que alteran fuertemente el balance fisiológico del cafeto.

Consecuencia de esta situación inducida por las altas densidades de siembra, el productor se ve obligado a realizar otra vez la poda en madera muy nueva que, bajo condiciones de manejo con densidades de siembra más ajustadas a la realidad de la zona, podría aportar un mayor número de cosechas antes de la siguiente poda.

Esto también aumenta el costo por concepto de mano de obra y de insumos para el mantenimiento de áreas de cultivo sin aporte de cosecha (podadas), mayor desgaste de los cafetos y disminución de la vida útil causado por el proceso cíclico frecuente de podar y luego desarrollar nuevos ejes para el retorno a la fase productiva.


FORMACIÓN DE CAFETALES MÁS PRODUCTIVOS

Índice de área foliar

El uso del parámetro del índice de área foliar (IAF) en agricultura es un concepto que data de muchas décadas atrás, fue propuesto inicialmente a finales de los años 40 y utilizado como apoyo en la determinación de las densidades de siembra en el manejo de cultivos anuales de distribución homogénea en el campo, teniendo en cuenta que, el arreglo espacial ideal es la equidistancia entre plantas vecinas.

El índice de área foliar (IAF) es la expresión numérica que se obtiene como resultado de la división del área de las hojas de un cultivo expresado en m2 y el área de suelo sobre el cual se encuentra establecido también medido en m2, donde el resultado de esta división es un número puro sin unidad de expresión.

El IAF en café fue ampliamente investigado por parte del CENICAFE de Colombia durante los años 80 y 90. En una primera etapa de la investigación científica utilizando la variedad Caturra y en la segunda etapa utilizando la variedad Colombia. Sin embargo, cuando se ha querido aplicar este parámetro para definir las distancias de siembra en el manejo comercial del cultivo, se ha visto que los valores obtenidos distan mucho de ser estables. Aspectos como las variedades, los sistemas de poda y el uso de árboles de sombra entre otros, son factores variables que dificultan la posibilidad de alcanzar la precisión necesaria para el uso del valor del IAF en caficultura.

Ajuste en las densidades de siembra y en la formación de las plantas

La disminución de las altas densidades de siembra en lotes a renovar con miras a mejorar la productividad del cultivo, se puede llevar a cabo utilizando un diseño a partir de la implementación de una mayor separación entre hileras.

Esta decisión es fundamental para la nueva colocación de las plantas en el campo, toda vez que las distancias de siembra entre hileras son las que tienen mayor influencia sobre la condición de adensamiento del cultivo en diseños de siembra rectangulares.

Otro aspecto importante en los cambios a implementar para favorecer una condición menos densa en la plantación, es la siembra de almácigo formado a un solo eje ortotrópico y no a ejes múltiples como lo acostumbran a realizar muchos productores en nuestra región.

En Costa Rica ya se están viendo muy buenos resultados con la siembra de plantas a un eje desde el almácigo, donde las áreas de cultivo con variedades de Híbridos F1 como Centroamericano y Milenio y otras variedades como Obatá y Catiguá MG2 se han establecido a un solo eje con excelentes resultados productivos y muy buena condición agronómica en los lotes.

Al momento de la poda y después para realizar las labores posteriores de las deshijas, es muy conveniente mantener solamente dos ejes por el total de la planta, con este límite de ejes por sitio se logra desarrollar una planta con excelente potencial productivo en un ambiente mucho menos favorable para la incidencia de enfermedades fungosas y con una expectativa de agotamiento a más largo plazo.

Dos diseños de siembra alternativos para una misma densidad de cultivo

Son muy variados y numerosos los diseños de siembra y las densidades de cafetos por área que se pueden utilizar con las diversas formas de colocar las plantas en el campo, donde los más exitosos serán los que contemplan prioritariamente las condiciones de clima y suelos de la zona de cultivo para el establecimiento de las plantaciones.

Sin embargo, más allá de la determinación de la mejor densidad de siembra para cada zona agroecológica que es la forma idónea para tomar la decisión, se ha visto que para variedades de porte bajo en un rango amplio de condiciones agroecológicas, la densidad de 5000 plantas por hectárea constituye una opción que se ajusta bastante bien a las principales práctica de manejo del cultivo y al desarrollo de cafetales productivos.

1. Condiciones agroecológicas óptimas para el cultivo (2,0 m x 1,0 m)

Es importante destacar los excelentes resultados obtenidos con la experiencia comercial del cultivo intensivo, mediante el uso de una densidad de 5000 plantas por hectárea, en arreglo de siembra de 2,0 m entre hileras y 1,0 m entre plantas.  

Este sistema de siembra permite lograr excelentes resultados productivos bajo condiciones óptimas de clima y suelos para el cultivo de café. Cabe recalcar que cuando se habla del manejo del cultivo en condiciones agroecológicas óptimas, se trata de los rangos de temperatura y precipitación adecuados para la mejor expresión productiva de los cafetos, además cuando existe disponibilidad plena de radiación solar para los procesos productivos y los suelos presentan muy buenas características químicas y físicas.

Cafetales establecidos en estas zonas utilizando la modalidad de siembra de 2,0 m x 1,0 m, permiten buena entrada de luminosidad en la plantación y por lo tanto, buena preparación de cosecha, limita el ambiente favorable para el ataque de plagas y enfermedades, y con buen manejo, puede prolongar la vida útil de los cafetos y disminuir el agotamiento prematuro, lo que permite a la vez prolongar los intervalos entre la realización de una poda y la siguiente en las mismas áreas de cultivo.

2. Condiciones agroecológicas con limitaciones para el cultivo (2,5 m x 0,8 m)

Es una modalidad de siembra que mantiene la densidad de 5000 plantas por hectárea, pero donde se aplica una modificación significativa en el arreglo de las distancias al aumentar en un 20% el espaciamiento entre hileras y disminuir igual en un 20% la distancia entre plantas.

Este diseño de siembra lo hemos venido recomendando para zonas de cultivo con alta precipitación y restricciones de luminosidad, donde los productores ya han aceptado la realidad de la inconveniencia del adensamiento excesivo de sus plantaciones que les ha impedido por mucho tiempo, la posibilidad de obtener mayor producción por unidad de área.

El aumento de las distancias de siembra entre hileras favorece una mejor preparación de cosecha de los cafetos en toda la parte media y baja de la planta, al permitir entrada de más luminosidad que estimula la actividad fotosintética a lo largo de ramas que van a disponer de más espacio para crecimiento y formación de nuevo tejido productivo. Además, genera una condición menos favorable para el ataque de enfermedades fungosas y permite implantar ciclos de poda más prolongados en el tiempo.