Comunicaciones Técnicas de Café

Número 147 - Septiembre 2022

Ramírez Caficultura desde Costa Rica

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¿Por qué todavía muchos productores no aceptan podar sus cafetales?,  ¿cómo lograr convencerles para que la realicen?

Ing. Jorge Ramírez Rojas
Consultor Experto en Café

La poda del cafeto es la práctica agronómica de mayor respuesta productiva en el manejo del cultivo de café. Es el puente que une la etapa de los primeros años productivos con las etapas posteriores que permiten la sostenibilidad de la producción por muchos años de cultivo rentable.

 Sin embargo, en muchos países los productores todavía no realizan las podas que los cafetales necesitan para mejorar la productividad de sus fincas, o si realizan algún manejo de tejido, este se restringe a la eliminación de ramas enfermas o ejes dañados (poda sanitaria) dejando de lado la poda de renovación de tejido agotado que es la más importante para restaurar la productividad de los cafetos después de que ya han dado sus mejores cosechas.

 Al visitar las fincas y preguntar a los productores por qué no aceptan podar sus cafetales, ellos aducen que esta práctica puede dañar la planta o incluso llegar a perderla, también señalan que les puede bajar mucho la cosecha, desconfían que la planta pueda tener una buena capacidad de respuesta a esta práctica y consideran que posiblemente el tejido podado no logre ser restituido adecuadamente en la planta con nuevos ejes y ramas más productivos.

 

Investigaciones sobre la poda y su manejo

 Actualmente existe una base de conocimiento bastante amplia y consistente en relación con los fundamentos que sustentan la respuesta del cafeto a la práctica de la poda y el efecto favorable que se puede esperar de este manejo para la renovación de tejido y el mejoramiento de la producción.

 En algunos países se han llevado a cabo ensayos a largo plazo para evaluar diferentes formas de manejo de tejido a través de la poda (tipos, sistemas, manejo después de la poda) y, los principales resultados de estas investigaciones han permitido generar tecnologías que han demostrado una excelente respuesta a esta práctica agronómica.

 Esta información se encuentra disponible a través de diferentes artículos, textos y manuales de recomendaciones, varias de estas publicaciones precisamente han sido elaboradas para uso de técnicos y productores de café.

 Esto sin desconocer los temas importantes todavía pendientes por investigar y/o validar sobre aspectos de respuesta al manejo de las podas, particularmente lo que se refiere al desarrollo de proyectos bajo diferentes condiciones agroecológicas y variados sistemas de cultivo. Afortunadamente ya en varios países se encuentran en avance nuevos trabajos que buscan aportar información valiosa en relación con estos temas.

 

 Transferencia de tecnología para demostrar las ventajas de la poda

 Este es un punto clave sobre el cual hay que trabajar para lograr un mayor grado de aceptación de los productores para la implementación de podas en sus cafetales y así disipar las dudas y hasta la desconfianza que todavía mantienen con respecto a los beneficios que conlleva la poda del café.

 La estrategia debe estar basada en el desarrollo de actividades de enseñanza en campo que permitan explicar a los productores en forma demostrativa no solo cómo se hacen correctamente las podas como ha sido lo usual en este tipo de actividades, sino también cómo evoluciona la respuesta a la poda en sus diferentes etapas hasta llegar al desarrollo de nuevo tejido productivo.

 Una de estas etapas empieza semanas después de realizadas las podas, cuando comienza la aparición de numerosos brotes en tallos y ramas lo que constituye la primera evidencia del inicio de la renovación de tejido.

 A través de la gran cantidad de brotes inducidos por medio de la poda, se logra demostrar la capacidad del cafeto para responder a esta práctica y por tanto asegurar que la planta lejos de sufrir daño con los cortes realizados, más bien comienza un proceso de cambio para sustituir el tejido viejo y agotado.

 Otro aspecto importante del avance de la respuesta a la poda que debe ser observado y explicado con detalle en campo, es el crecimiento de los brotes hasta alcanzar el punto de desarrollo suficiente para llevar a cabo la selección de los mejores hijos por medio de desbrotes o deshijas. Esta es una práctica fundamental y decisiva para asegurar el comienzo de la formación de plantas más productivas.

 Durante la etapa siguiente de consolidación de los nuevos ejes y el inicio de los crecimientos de las nuevas ramas que van a albergar la primera cosecha, es fundamental enseñar y demostrar a los productores los aspectos de manejo que integralmente deben ser contemplados para culminar con éxito el reinicio de la producción, en cuanto al comportamiento de las variedades utilizadas, fertilización, uso de sombra regulada y buen control fitosanitario.

 

Establecimiento de parcelas demostrativas

 Es necesario llevar a cabo primero, la búsqueda e identificación de fincas apropiadas para establecer áreas demostrativas para la observación de todas las etapas del proceso de respuesta del cafeto a la práctica de la poda, siendo indispensable para el desarrollo de estas actividades, contar con el apoyo de productores colaboradores propietarios de fincas en diferentes zonas de cultivo.

 Luego de haber seleccionado el área que reúna las condiciones adecuadas para establecer la parcela demostrativa, se puede implantar un ciclo de poda por hileras o por lotes a cinco años podando cada año una hilera o lote, de tal forma que con cada año de poda se podrá ir observando el progreso de las etapas correspondientes a las podas de los años anteriores.

 Para el establecimiento de este tipo de parcela demostrativa se debe tener claro que se requiere al menos tres años para tener todo el proceso demostrativo completo, sin embargo, luego de transcurrido este tiempo se tendrá asegurada la disponibilidad de áreas para alcanzar el objetivo para que, un mayor número de productores puedan observar y adoptar la práctica de la poda en sus fincas, ya convencidos de que van a lograr mayor productividad y rentabilidad del cultivo.