El presente artículo de opinión procura atender solicitudes de productores y técnicos en café que nos piden referirnos a la situación actual de la producción en Costa Rica, la investigación y transferencia de tecnología, y cambios que se encuentran en proceso en el ICAFE.

El impacto de la baja producción

 La actividad cafetalera de Costa Rica atraviesa desde hace varios años por una situación muy difícil desde el punto de vista de la producción, la cual ha estado marcada por periodos alternos de pequeñas fluctuaciones de aumentos y disminuciones de cosecha de un año para otro, pero siempre sumida en un nivel de producción promedio muy bajo y que amenaza con seguir decreciendo (figura 1).

Figura 1. Producción de café de Costa Rica de los últimos siete periodos.

La evidencia clara de este problema se hizo más notoria cuando se dio a conocer el dato de la pasada cosecha 2021/2022 que apenas alcanzó 1.674.000 fanegas (equivalente en quintales café oro), lo que significa con base en el registro histórico de producción del ICAFE, que se trata de la cosecha más baja de los últimos 52 años.

 La situación de la baja producción ha resultado aún más lamentable para el sector cafetalero nacional siendo que con el alza de los precios internacionales del café que comenzó a darse a partir de mediados del 2021, se esperaba a la vez que, para estos años la producción estuviera en franca recuperación y muy cercana a lograr la meta anunciada en repetidas ocasiones por las autoridades del ICAFE de alcanzar una producción de 2,5 millones de fanegas, lo que obviamente no se dio.

Poco avance en la renovación de cafetales envejecidos

 La renovación de cafetales es el proceso de cambio más significativo que incide sobre el aumento de la productividad y la rentabilidad en la actividad cafetalera. El aporte de cosecha de las nuevas plantas de café establecidas en sistemas de siembra apropiados permite recuperar los altos niveles de productividad en las fincas cafetaleras.

 En Costa Rica para el año 2010 ya con más del 30% del parque cafetalero agotado, se impulsó un plan de renovación de cafetales basado en una propuesta de funcionamiento que nunca fue de interés para los productores, razón por la cual el impacto alcanzado en área renovada fue muy poco significativo.

 Al no haber efectivamente un plan nacional de renovación de cafetales en marcha, el costo financiero del cambio de variedades ha recaído en la inversión que puedan hacer los mismos productores, muchos de ellos con muy escasas posibilidades de asumir por si solos el costo de la ansiada renovación.

 “Renovar para mejorar” parece ser un lema apropiado para destacar la importancia de mantener el parque cafetalero en proceso de renovación sin permitir que se acumule excesiva proporción de áreas agotadas y poco productivas. Sin embargo, en Costa Rica todavía no se cuenta con el impulso vigoroso de un plan nacional de renovación de cafetales necesario para lograr aumentos significativos de la producción.

Deterioro de la investigación y la transferencia de tecnología

 Cada vez son más claras las señales de que se está dando un progresivo deterioro de la investigación y la transferencia de tecnología en café, siendo la principal evidencia de tal situación la constante salida de técnicos y especialistas que el ICAFE tenía asignados a las diferentes áreas de investigación y transferencia de tecnología, muchos de ellos con amplia trayectoria, conocimiento y experiencia en el cultivo.

 Este personal valioso que parece haber optado por buscar mejores oportunidades de trabajo y posiblemente mayor estabilidad laboral en otros lugares, es entonces reemplazado con el ingreso de personal nuevo de muy poca o ninguna experiencia en café que sin duda va a requerir de años de trabajo para poder nivelar la base de conocimiento y el aporte que ya daban los técnicos y especialistas que se fueron.

 Es bien sabido que, en las instituciones de café de mayor trayectoria en investigación y atención a los productores, el capital humano es trascendental para el cumplimiento de los objetivos estratégicos institucionales donde la continuidad del personal de mayor experiencia y conocimiento, es fundamental para lograr resultados consistentes y alta calidad en los servicios técnicos que se brindan, asimismo para tener la capacidad de brindar la formación adecuada al nuevo personal contratado.

 Cabe destacar que para lograr arraigo institucional del personal de la empresa se necesita reconocer y valorar su aporte y trayectoria, y garantizar como mínimo, estabilidad laboral y el estímulo necesario para asegurar su continuidad, fomentar la superación y la mejora continua en la ejecución de sus labores.

Larga permanencia de la misma dirigencia en el ICAFE

 Para abordar el problema de la caída de la producción y los aspectos institucionales que han sido planteados, ha faltado iniciativa y acciones concretas por parte de la dirigencia y la administración para diseñar y gestionar el desarrollo de un programa de renovación que trascienda en el mejoramiento de la caficultura nacional, asimismo, para realizar los ajustes que se necesitan para que los programas de investigación y transferencia de tecnología puedan consolidar la permanencia del personal técnico de mayor trayectoria en la institución.

 Es probable que la participación de los mismos representantes del sector cafetalero en diferentes puestos de la dirigencia del ICAFE por periodos consecutivos o alternos prolongados e incluso también en la jerarquía administrativa de la institución, haya conducido a generar un marcado desgaste en la eficiencia de su gestión para afrontar con proactividad los retos urgentes que demanda la recuperación de la actividad cafetalera.

 Nueva Junta Directiva del ICAFE

 La búsqueda de la solución a los problemas que tiene la caficultura nacional sobre todo en el tema de la baja producción se encuentra en manos del sector cafetalero nacional representado en la junta directiva del ICAFE, asimismo en los funcionarios subordinados que forman parte de la administración.

 Con el inicio de un periodo de cuatro años para la nueva junta directiva en funciones a partir de agosto de 2022 surge la posibilidad de una renovada actitud y forma de trabajo mucho más proactiva y eficiente, donde la mayoría de los dirigentes actuales ya no son los mismos “repitentes” de juntas directivas y administraciones anteriores.

 De esta forma en lo que parece ser el inicio de cambios institucionales importantes, el pasado 23 de diciembre, la junta directiva del ICAFE oficializó la salida de la directora ejecutiva de la institución y la inmediata designación del sustituto, posiblemente entre otras cosas, para facilitar la implementación del cambio de rumbo que el ente rector del café en Costa Rica viene necesitando desde hace muchos años.