Comunicaciones Técnicas de Café

Número 68 - Enero 2017

Ramírez Caficultura desde Costa Rica

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Nueva modalidad de siembra (2,5 m x 0,8 m) para sustituir cafetales adensados 
que presentan mucho follaje y poca producción

Ing. Jorge Ramírez Rojas
Consultor Experto en Café

INTRODUCCIÓN

El cultivo de café es una actividad a largo plazo donde una de las principales decisiones para desarrollar con éxito esta empresa, es la definición de las distancias de siembra de las plantas que se van a utilizar en los lotes a renovar, puesto que para el cultivo comercial lo importante es el promedio productivo sostenible y no solamente los resultados de los primeros años de cosecha.

La determinación de los distanciamientos de siembra debe necesariamente considerar las condiciones agroecológicas de la zona y el manejo del cultivo. Esto se refiere a las condiciones de clima y suelos, así como las variedades a sembrar y las tecnologías que se utilizan en la finca.

Plantaciones establecidas con distancias de siembra muy cortas entre hileras, y que por factores limitantes de clima, suelos o manejo, no responden con aporte de buena producción; son frecuentes de observar en fincas localizadas en zonas cafetaleras que presentan estas características, donde sin embargo, los productores han insistido en manejar el cultivo con arreglos de siembra excesivamente adensados, los cuales evidentemente promueven la formación de cafetos con mucho follaje, en detrimento de la preparación de cosecha.

 

COMPORTAMIENTO DEL CULTIVO EN SISTEMAS MUY ADENSADOS

 

Varias son las manifestaciones en el comportamiento del cultivo que indican con mucha claridad que bajo condiciones agroecológicas con restricciones, las distancias de siembra que se utilizan no son las adecuadas para favorecer la mejor expresión productiva de los cafetos.

 

1. Agotamiento prematuro y necesidad de podas frecuentes

Cafetales ubicados en zonas con limitaciones para el cultivo en cuanto a clima o suelos, y donde se manejan distancias de siembra muy cortas, se genera excesivo follaje entre las hileras de las plantas, los cafetos producen pocas cosechas, comienzan a manifestar agotamiento y necesidad de podas, en vista del ambiente “cerrado” provocado por el abundante crecimiento vegetativo y la escasa producción.

Estas situaciones se presentan cuando este tipo de cafetales se encuentran localizados en zonas donde ocurre alta pluviosidad y los cafetos no disponen de radiación solar suficiente debido a nubosidad, presencia de neblina y cultivo en terrenos de ladera. Los problemas también ocurren cuando las fincas se encuentran ubicadas en suelos de baja fertilidad química y física.

 

2. Alta incidencia de enfermedades fungosas

Los cafetales con muy altas densidades de siembra en zonas de alta precipitación, alta humedad relativa, y firmamento cerrado en diferentes épocas del año; están más propensos a sufrir fuertes ataques de enfermedades fungosas como ojo de gallo (Mycena citricolor), mal de hilachas (Pellicularia koleroga) y mal rosado (Corticium salmonicolor).

El ambiente de cafetales cerrados por el denso follaje, resulta en condiciones muy propicias para el ataque de estas enfermedades que alcanzan un alto grado de severidad y provocan daño económico al cultivo, en especial cuando se trata de la presencia del ojo de gallo, capaz de causar grandes defoliaciones, afectación al fruto y fuerte agotamiento del tejido productivo.

 

3. Cafetales con mucho follaje y poca cosecha

Los desbalances entre la diferenciación vegetativa y reproductiva muchas veces son inducidos por el manejo inconveniente de las distancias de siembra que realizan finqueros en franjas de cultivo caracterizadas por la falta de disponibilidad de radiación solar plena y altas precipitaciones, lo cual favorece un crecimiento vertical más activo de los cafetos y la generación de un exceso de follaje en detrimento de la producción.

Estos son los cafetales que en muchas ocasiones cuando se observa el paisaje desde la carretera o inclusive cuando se llevan a cabo recorridos por los caminos internos de las fincas, a primera vista aparentan ser muy productivos debido a la exuberancia de su follaje y al color verde intenso que muestran sus hojas.

Sin embargo, basta con ingresar y observar la parte interna de los lotes que conforman estos cafetales, para darse cuenta de que en realidad se trata de áreas de cultivo que presentan un ambiente cerrado, oscuro, húmedo y con escaso tejido productivo.

Este problema lo hemos podido observar en zonas cafetaleras importantes de países donde es común el uso de altas densidades de siembra, aunque los caficultores en algunos de estos lugares casi por propio convencimiento, ya han venido implementando cambios en los sistemas de siembra, con miras a conformar cafetales más productivos.

En el caso de Costa Rica extrañamente el grupo de finqueros que han mantenido por años sistemas de cultivo altamente adensados en zonas no aptas para este manejo, son los que aún hoy en día se resisten a tomar la decisión de llevar a cabo los cambios necesarios para ampliar las distancias de siembra entre hileras, manejo que les permitiría sin duda incrementar la productividad y por ende mejorar sus ingresos.

 

LA IMPLEMENTACIÓN DE UN CAMBIO NECESARIO

Debido a las múltiples posibilidades de establecer modalidades de siembra con base en la aplicación de variaciones en las distancias de siembra entre hileras y/o entre plantas, y en apoyo a los productores que requieren opciones prácticas y seguras para implementar en la renovación de sus cafetales o en el desarrollo de nuevas áreas de siembra; se establecen dos propuestas para la siembra de variedades de porte bajo altamente productivas: una alternativa convencional para condiciones agroecológicas óptimas y otra nueva para zonas con algunas limitaciones para el cultivo.

 

Distancias de 2,0 m entre hileras y 1,0 entre plantas (5000 plantas/hectárea)

Es importante destacar los excelentes resultados obtenidos con la experiencia comercial del cultivo intensivo, mediante el uso de una densidad de 5000 plantas por hectárea, en arreglo de siembra de 2,0 m entre hileras y 1,0 m entre plantas.

Este sistema de siembra permite lograr excelentes resultados productivos bajo condiciones óptimas de clima y suelos para el cultivo de café. Cabe recalcar que cuando se habla del manejo del cultivo en condiciones agroecológicas óptimas, se trata de los rangos de temperatura y precipitación adecuados para la mejor expresión productiva de los cafetos, con disponibilidad plena de radiación solar para los procesos productivos y donde los suelos presentan muy buenas características químicas y físicas.

Cafetales establecidos en estas zonas utilizando la modalidad de siembra de 2,0 m x 1,0 m, favorecen buena entrada de luminosidad en los lotes de café y por tanto buena preparación de cosecha, limitan el ambiente favorable para el ataque de plagas y enfermedades, y con buen manejo, puede prolongar la vida útil de los cafetos y disminuir el agotamiento prematuro, lo que permite a la vez prolongar los intervalos entre la realización de una poda y la siguiente en las mismas áreas de cultivo.

 

Distancias de 2,5 m entre hileras y 0,8 entre plantas (5000 plantas/hectárea)

Es una modalidad de siembra que mantiene la densidad de 5000 plantas por hectárea, pero donde se aplica una modificación muy significativa en el arreglo de las distancias (respecto al 2,0 m x 1,0 m), al aumentar en un 20% el espaciamiento entre hileras y disminuir también en un 20% la distancia entre plantas.

Este sistema de siembra lo hemos venido recomendando para zonas de cultivo con restricciones de luminosidad plena y alta precipitación, donde los productores ya han aceptado la realidad de la inconveniencia del adensamiento excesivo de sus plantaciones, situación que les ha impedido por muchos años la posibilidad de obtener mayor producción por unidad de área.

La misma recomendación de la siembra a 2,5 m x 0,8 m es muy aplicable para las zonas de cultivo con suelos pobres y arcillosos del tipo de los Ultisoles, donde las altas densidades de siembra también promueven agotamiento prematuro de los cafetos, por el predominio de un ambiente edáfico que limita el desarrollo de un sistema radical más abundante.

El aumento de las distancias de siembra entre hileras, le brinda una nueva perspectiva a la preparación de cosecha de los cafetos en toda la parte media y baja de las plantas, al favorecer una mayor actividad fotosintética a lo largo de las ramas que van a disponer de un espacio más apropiado para su crecimiento y ambiente favorable para la formación de nuevo tejido productivo.

La implementación de esta nueva modalidad de siembra para el manejo del cultivo en las zonas cafetaleras con algunas limitaciones de clima y suelos, puede acarrear numerosas ventajas para la formación de cafetales más productivos, algunas de las cuales mencionamos a continuación:

  • Favorece el aumento de la productividad por mejor aprovechamiento del potencial productivo de los cafetos.
  • Reduce el agotamiento prematuro y amplía el número de cosechas posibles de obtener entre una poda y la siguiente.
  • Disminuye las condiciones favorables para la alta incidencia de enfermedades fungosas.
  • Favorece una mejor respuesta agronómica del cafeto en fincas que realizan el manejo de podas de esqueletamiento.
  • Puede permitir la ejecución de labores de atención al cultivo con máquinas automotrices pequeñas con acople de los dispositivos apropiados para realizar podas, fertilización, aplicación de enmiendas calcáreas, atomizaciones y manejo de coberturas vegetales.

RECOMENDACIONES GENERALES

Condiciones agroecológicas óptimas: Distancia entre hileras 2,0 m, distancia entre plantas 1,0 m. Densidad de siembra 5000 plantas por hectárea. Formación de plantas a uno o dos ejes ortotrópicos.

Condiciones agroecológicas con limitaciones: Distancia entre hileras 2,5 m, distancia entre plantas 0,8 m. Densidad de siembra 5000 plantas por hectárea. Formación de plantas a un solo eje ortotrópico.

Referencia

Ramírez, J.E. 2009. Hacia la Caficultura Sostenible. ICAFE. 216 p.