No se trata de situaciones aisladas ni de los imponderables propios de la actividad agrícola, es una recurrente tendencia a la baja que se marca desde hace muchos años en la producción de café en Costa Rica. Una retórica surgida en los últimos años de que todo estaba muy bien y que el país se encaminaba a lograr aumentos muy importantes de la producción, no fue más que un discurso vacío y fantasioso avalado por la actitud pasiva de los representantes del sector cafetalero y la ausencia de un criterio técnico calificado dentro de la misma institución de café que pudiera con valentía explicar realmente las principales causas de la fuerte caída de la producción.

¿Qué justificaciones se dan sobre esta situación?

Para justificar de alguna manera esta situación, se ha dicho que la baja producción se debe a un desestimulo del productor para atender las fincas debido entre otras cosas a: bajo precio internacional del café, tipo de cambio del colón frente al dólar, se está operando la finca con pérdidas, el beneficiador y el exportador ganan mucho y el productor poco, impacto del cambio climático, la productividad del país es baja (< 20 fanegas/ha), incluso uno de los eternos representantes del sector cafetalero señaló recientemente en una entrevista que "las variedades de café en Costa Rica están fallando, hay que realizar nuevas investigaciones al respecto".

Lo que se puede comentar al respecto es lo siguiente:

El precio del café en bolsa cerró el viernes pasado en $190 y para café de Costa Rica (según ICAFE) el precio de venta promedio al 12 de febrero fue de $217. Esto significa que por ahora aquí nadie está operando la finca de café con pérdidas ni mucho menos, quizás la observación valedera que se puede hacer al respecto es que el margen de ganancia sobre la inversión ciertamente podría mejorar si los precios suben más y el colón se comienza a depreciar frente al dólar.

También es importante diferenciar entre productividad de café del país posiblemente de 17 fanegas o menos por hectárea al cierre de la cosecha 2023/2024 y el potencial productivo de fincas individuales donde se utilizan tecnologías apropiadas, en cuyo caso la productividad tendría que ser muy superior a las 40 fanegas/ha, sin duda suficientemente rentable, mientras que quienes producen 20 fanegas/ha o menos con certeza invierten mucho menos en el cultivo.

Afortunadamente en Costa Rica la relación entre productores, beneficiadores y exportadores se rige por la ley N°2762 de 1961 (única en el mundo), según la cual el margen de ganancia para todas las partes está fijado por ley, para el caso de los productores es de al menos 77% del total del precio de venta reportado que debe ser respaldado a través de la presentación de los respectivos contratos. Esto significa que nadie estará ganando más de lo establecido por ley y el productor se encuentra de esta forma protegido de posibles abusos.

Por otra parte, el cambio climático es un fenómeno global que está afectando la actividad agrícola (incluido el café) en todo el mundo no solamente en Costa Rica y los países productores de acuerdo con sus capacidades y fortalezas, lo mismo que los institutos de café, deben realizar los esfuerzos necesarios que permitan implementar medidas de mitigación y adaptación y capacitar adecuadamente a los productores para reducir en todo lo posible el impacto del cambio climático sobre el cultivo de café.

Finalmente, Costa Rica es uno de los países productores de café donde los caficultores tienen acceso a un mayor número de variedades, desde materiales menos productivos, pero de muy alta calidad, seguido de variedades tradicionales, hasta muchas variedades mejoradas altamente productivas. No obstante, para trabajar y ser exitoso con las variedades mejoradas se requiere utilizar los materiales que mejor se adaptan a las condiciones de clima y suelos de la zona de cultivo y realizar prácticas de manejo intensivo principalmente en cuanto al manejo de la nutrición y el control fitosanitario.

Para los productores que invierten poco y utilizan menos tecnología no es recomendable que utilicen variedades exigentes de un alto nivel tecnológico del cual no disponen, sino que más bien en estos casos es preferible que sigan sembrando variedades tradicionales.

¿Hay proyectos en marcha para mejorar la producción de café a nivel nacional?      

De acuerdo con lo que se divulga e informa en cuanto a gestión institucional, no hay prácticamente ninguno, o al menos nada novedoso, salvo el esfuerzo independiente y de mucho mérito que realizan algunas empresas cafetaleras para contribuir a mejorar la productividad del cultivo de sus asociados, pero que desafortunadamente no alcanza para lograr el impacto positivo que se requiere para aumentar significativamente la producción de café a nivel nacional.

Al respecto resulta sorprendente observar cómo, entre tantos eventos que anualmente organiza y desarrolla el sector cafetalero, el tema de la producción, es decir, de la necesidad imperativa de trabajar para aumentar la producción de café en Costa Rica y cómo hacerlo, ha estado prácticamente ausente de estas actividades, simplemente no es tema prioritario, no hay análisis serio para valorar propuestas y poner en marcha proyectos con objetivos claros, grado de avance medible y metas alcanzables.

Pareciera como que todavía alguien tiene que convencer a los encargados de tomar decisiones en el sector cafetalero de que la producción es la base fundamental de toda la cadena del café. Es entonces cuando, ante este tipo de situaciones surge la pregunta obligatoria, ¿qué parte de la necesidad de aumentar la producción de café en Costa Rica será la que no entienden?